¿Has escuchado hablar de los terribles 2?
Cuando los peques cumplen 2 años su nivel de autonomía y desarrollo está mucho más avanzado, empiezan a expresar con mayor decisión lo que quieren, lo que muchas veces puede ser problemático pues aún no han desarrollado las herramientas necesarias para ser claros y asertivos. Los terribles 2, una etapa de múltiples cambios que seguramente está acompañado con el inicio de las famosas rabietas.
¿Por qué ocurren las rabietas?
Entre los 2 y 3 años de edad suelen volverse mucho más comunes las rabietas. Ocurren por diferentes motivos, puede que los niños estén cansados, hambrientos, molestos, incómodos o incluso pueden ocurrir cuando los peques no consiguen algo que desean (como quedarse más tiempo en el parque).
En lo que se asemejan todas estas situaciones es que desencadenan sentimientos de frustración en los peques, y como aún no saben cómo gestionar estas emociones displacenteras se expresan a través del llanto, la rabia … las rabietas.
No se trata de que tu peque sea grosero o esté intentando llamar la atención, se trata de él intentando gestionar sus emociones.
¿Qué hacer cuando tu peque tenga una rabieta?
- La mejor manera de actuar frente a una rabieta es manteniendo la calma. Los peques están todo el tiempo aprendiendo de sus padres, ellos observan y aprenden cómo reaccionar, qué decir o qué hacer. Es por esto que ante emociones fuertes de los niños es importante siempre mantener la calma, tomarse unos segundos para respirar y así no actuar desde la emoción. Para aprender a tranquilizarse, los niños necesitan ver a sus padres tranquilos.
- A veces es necesario ayudarles a los niños a regular la emoción que están sintiendo. Una táctica interesante es ponerse de rodillas, a su nivel y modelar la respiración, dile “respiremos juntos” o “ponte la mano en la barriga y siente cómo se infla con tu respiración” o “ponte la mano en el corazón y centrate en que tu corazón vaya más y más lento”.
- Hazle saber que sus emociones son válidas, dile cosas como “entiendo que estés frustrado, jugar en el parque es muy divertido”.
- Cuando las emociones de tu peque estén un poco más reguladas y sienta que lo comprendes, pueden buscar juntos soluciones a lo que le está pasando.