¿Qué es el Mindfulness?
En el día a día muy pocas veces centramos la atención en las experiencias, personas y objetos a nuestro alrededor puesto que estamos pensando en lo que tenemos que hacer más tarde o al día siguiente. Además, nuestros procesos cognitivos hacen que nuestra atención esté enfocada por un periodo de tiempo muy corto antes que otros procesos afectivos surjan, es decir, antes de que juzguemos y evaluemos los objetos, personas o experiencias como “malos” o “buenos”. Esto lleva a que muchas veces distorsionamos la realidad y actuemos a partir de nuestros sesgos cognitivos (creencias, expectativas y prejuicios).
Como mencionamos en el artículo anterior, el mindfulness es una técnica que ha mostrado múltiples beneficios puesto que consiste en centrar la atención en el momento presente y ser consciente de los eventos y experiencias que están sucediendo a nuestro alrededor. Además, busca disminuir los juicios que solemos hacer de estas mismas experiencias, personas y objetos puesto que, al mantener la atención de manera consciente, las respuestas dejan de ser automáticas y tenemos mayor posibilidad de actuar más allá de nuestros sesgos. En otras palabras, con el mindfulness buscamos dejar de estar en “piloto automático” y, más bien, nos interesemos en lo que estamos haciendo en cada momento.
Beneficios generales del mindfulness
- Mejora la concentración
- Aumenta la creatividad
- Controla y reduce el estrés y la ansiedad
- Mejora el control y gestión emocional
Beneficios del mindfulness en la crianza
- Escuchar y entender con mayor atención lo que nos comunican nuestros hijos
- Menos expectativas poco realistas atribuidas a nuestros hijos
- Reducción de las preocupaciones autodirigidas
- Conciencia emocional de uno mismo y de nuestros hijos
- Capacidad de respuesta a las necesidades y emociones del peque
- Hacer menos uso de estrategias de crianza reactivas o “automáticas”
Mini plan de mindfulness
- Empieza a centrar tu atención en el momento presente al concentrarte en tu respiración. Una vez te conectes con esta puedes empezar a fijarte en sensaciones, olores, colores, sonidos y sabores a tu alrededor.
- Puedes empezar a hacer el ejercicio anterior en distintas actividades del día como cocinar, caminar, lavarte los dientes, entre otras. Luego en actividades con tu peque como en tu rutina de sueño Lullaai, cambio de pañal, alimentación o juegos. Por ejemplo, pon tu dedo en la palma de la mano de tu bebé y empieza a observar la presión con la que te aprieta, el olor del momento, el color de la piel de tu bebé y los sonidos que hace.
- También te puede servir intentar vivir los momentos y espacios en los que estas como si fuera la primera vez que lo estás haciendo.
Mindfulness en la crianza
- Escuchar a tus hijos: Incluso si aún no te dicen palabras, fijate en los sonidos y lenguaje corporal.
- Observa sus emociones: Mantén tu atención en lo que les gusta, lo que no les gusta y observa cómo lo expresa.
- Antes de reaccionar, centra tu atención en lo que está pasando: Respira y piensa en distintas formas en las que puedes actuar.
- No te generes más cargas: El mindfulness es una herramienta mientras no se convierta en una carga o en un mecanismo para juzgarte. Tómalo con calma y aplica estas estrategias a tu medida.