Una de las razones por las cuales los peques no logran conciliar el sueño es porque se encuentran hiper cansados. Parece irónico, sin embargo, cuando no le permitimos a nuestro cuerpo descansar, este libera una hormona denominada cortisol, la hormona del estrés, como forma de mecanismo de defensa para poder “aguantar”.
Aunque muchos bebés dan señales muy evidentes de estar cansados, hay otros que tienen unas formas más sutiles o particulares, por eso es importante prestar atención a los pequeños detalles.
Si quieres empezar a crear hábitos de sueño con tu bebé, es importante que aprendas a reconocer sus señales de sueño. Cuando hablamos de señales de sueño nos referimos a esas acciones que realizan los niños que indican que están cansados. Posiblemente lo primero que pienses sea en los bostezos y frotarse los ojos sin embargo, hay otras señales que es importante no pasar por alto, por ejemplo:
- Se toca la cara
- Se jala suavemente las orejas
- Se retuerce o estira
- Se queja o llora
- Está sobre activo, se ríe muy fuerte o gatea más rápido de lo normal
Y … ¿qué pasa con los bebés que no tienen señales de sueño claras?
Si tu peque es uno de esos niños que no demuestra mucho cuando está cansado, es vital que estés pendiente del reloj para poder llevar un registro de sus hábitos, sueños y rutinas. Saber cuántas horas debe dormir nuestro bebé de acuerdo a su edad y sus ventanas de sueño también ayudarán a evitar el sobre cansancio.
No esperes a que tu peque esté muy cansado para acostarlo, pues a un bebé sobre cansado le cuesta mucho más calmarse y conciliar el sueño.