Se acaban las vacaciones y es hora de volver a la rutina. Después de unos días de flexibilidad es importante retomar los hábitos de sueño y de comida, sobre todo con los bebés y niños pues pautas claras y constantes les ayudan a mantenerse activos, felices y concentrados.
Para los niños puede resultar difícil acomodarse a los horarios que tenías pues ya se habían acostumbrado a una dinámica más flexible en el verano. Después de días en la playa, tardes con los abuelos, paseos en bici con los amigos y noches de películas se acerca la vuelta al cole para algunos y el ingreso al jardín infantil para otros.
En estos momentos te debes estar preguntando ¿Cómo puedo retomar las rutinas?
Tranquilos, volver a acostumbrarnos a los hábitos requiere de tiempo, paciencia y consistencia, por eso, lo mejor que puedes hacer con tu peque es empezar con cambios graduales que le permitan adaptarse poco a poco. ¿Esto que quiere decir? Pues cada noche intenta acostar a tu peque 15 minutos antes y por las mañanas empieza a despertarlo también 15 minutos más temprano, cuando ya haya completado todas las horas de sueño que necesita.
Cuando ajustamos las rutinas con pequeños cambios, le estamos permitiendo al cuerpo de nuestros peques cambiar de forma progresiva y cuidadosa sus ritmos naturales.
Ya ajuste gradualmente lo hora de dormir y despertar de mi peque ¿Qué más puedo hacer?
Como el sueño y la alimentación son dos procesos que están estrechamente relacionados, es importante que acomodes también la hora de alimentar a tu peque, recuerda, de manera progresiva.
No olvides tampoco las siestas, estos momentos le permiten a tu peque recuperar energías y mantenerse más activo y tranquilo.
Por último, vuelve a realizar todos los rituales que hacías a la hora de dormir, un baño tranquilo, masaje, leche, un cuento y despierto a la cama a dormir.
¡Paciencia! Estos cambios no son fáciles, de seguro tu peque necesitará más comprensión y atención estos días.